miércoles, 18 de julio de 2007

Ciudadanos del cielo

Estoy leyendo un libro que se llama Cuando el cielo invade la tierra, de Bill Johnson. Hay una frase que me ha dado un golpe muy duro: "Entre más vivamos como ciudadanos del cielo, más actividades del cielo inundarán (infectarán) nuestro estilo de vida".

Muchas veces se nos olvida que no somos ni ciudadanos de la Unión Europea, ni americanos ni de ningún otro país de este mundo. Somos ciudadanos del cielo. Somos HIJOS DEL REINO. Fuimos "trasladados al reino de su amado Hijo" (Col. 1:12-14)

Hace unos meses escuchaba a una chica orar: "Perdóname por olvidarme de mi realeza". Ella entendía que no pertenecía a este mundo pero confesaba olvidarse de su "sangre real". No sé si lo que nos ocurre es que nos olvidamos que no somos de este mundo o realmente no nos creemos que somos ciudadanos del cielo.

Una mujer a la que yo admiro un montón y a la que Dios usa con muchas señales y milagros, decía que ella no vivía en lo sobrenatural por ser una mejor creyente, sino que ella desde el principio había entendido que era ciudadana del cielo y que por lo tanto su vida funcionaba con las leyes del cielo, no con las de la tierra.

De eso estamos hablando... lo que debe regir nuestra vida son las leyes del cielo, los beneficios del cielo, la constitución y los derechos del reino de Jesucristo. Ahí todo funciona diferente que en nuestro mundo. Pero acuérdense que aunque estamos en este mundo, seguimos teniendo los derechos del cielo, somos embajadores! En la Unión Europea el euro es la moneda oficial. En EEUU el dólar. En México el peso. En el Reino de Dios es la fe. La fe es la que mueve el cielo. La fe es la que conecta al cielo con la tierra. La fe mueve lo sobrenatural del cielo y lo trae a lo natural de este mundo.

1 comentario:

Unknown dijo...

También he leído este libro.
¡Es un libro excelente!
David, La Viña de Castelldefels