jueves, 16 de octubre de 2008

La clave de las órdenes del maestro

(aunque parezca largo y raro, os animo a leer hasta el final o incluso dos veces, tiene un mensaje que me parece tremendamente importante)


"Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies". Mateo 9:38


La clave del problema misionera está en las manos de Dios, y esa clave es la oración y no el trabajo; es decir, no el trabajo como se entiende popularmente hoy, porque eso podría significar la evasión de la concentración en Dios. La clave del problema misionero no es la clave del sentido común, ni la clave médica, ni la clave de la civilización, ni educación, ni aún de la evangelización. La clave es oración. "Rogad, pues, al Señor de la mies". Naturalmente, la oración no es práctica, es absurda. Tenemos que darnos cuenta que la oración es estúpida desde el punto de vista ordinario del sentido común.

En la perspectiva de Jesucristo, no hay naciones, sino el mundo. ¿Cuántos de nosotros oramos sin acepción de personas y con acepción de una sola Persona, Jesucristo? Él es el Dueño de la mies producida por la angustia y convicción de pecado; y ésta es la mies por la cual debemos orar que se envíen obreros para segar. Estamos ocupados con algún trabajo activo, mientras que la gente a nuestro alrededor está madura para la cosecha; y no cosechamos ni uno de éstos, sino que perdemos el tiempo de nuestro Señor en actividades energéticas. Supón que la crisis llega a la vida de tu padre, de tu hermano. ¿Estás allí como un obrero para segar la cosecha que ha de ser para Jesucristo? "¡Oh, pero tengo un trabajo especial que hacer!" Ningún cristiano tiene un trabajo especial que hacer. Un cristiano es llamado para ser propiedad de Jesucristo, uno que no está por encima de su Maestro, uno que no dicta a Jesucristo lo que tiene que hacer. El llamamiento de nuestro Señor no es un trabajo especial. Él llama a Sí Mismo. "Rogad, pues, al Señor de la mies", y Él arreglará las circunstancias y te sacará adelante.

(transcrito íntegramente del libro En pos de lo supremo, Oswald Chambers, CLC, Colombia, 1979, del día 16 de octubre - es un libro de devociones diarias muy bueno, si no lo conocéis, os animo a comprarlo, de verdad. La traducción no está nada mal (el orginal es inglés) y venden una copia en la librería.)

6 comentarios:

Chantik dijo...

Muchas veces se me ha pasado por la cabeza esto y creo que es importante que en nuestra lista de tareas, de trabajos pendientes, el que más peso debe tener en importancia y en energías invertidas es la oración, sería largo explicar los innumerables beneficios que nos traería, tanto a nosotros como al mundo que nos rodea. Ese es el verdadero trabajo, nuestro curro. Inmediatamente después de eso que cada uno busque el lugar de acción práctica donde Dios le está llevando en este momento concreto.

Un beso a todos!

Chantik dijo...

Aprovecho, GRACIAS POR POSTEAR KENNY!! :)

marta dijo...

Ese libro no tiene desperdicio.

Evangeline dijo...

Kenny recibe una comisión por cada libro de CLC que vende ...

marta dijo...

Si citas un libro, hay q poner q libro es y tal. Estos periodistas...

Francisco Javier dijo...

A nosotros siempre se nos ha dicho que la eficacia de la predicación depende de la oración que se haya hecho antes por el resultado de esa predicación... Por otra parte, Dios es siempre el que hace la obra y el que toca los corazones...